sábado, julio 30, 2005

Cara de niño

El lunes en la noche regresé de un pequeño viajecito a Campeche, después pondré un post sobre eso mientras está fresco.
Este miércoles fui a ver Sin City, estupenda película con las obvias escenas de sexo y alto grado de violencia, simplemente impactante, el comic llevado a la pantalla grande y esta vez en serio.
En la taquilla pido dos boletos para Sin City a la 1:35, la cajera me pregunta: "Tu acompañante es mayor de edad?" a lo cual respondo afirmativamente, hasta aqui no hubo ningún problema y asumo que la película va a estar muy buena por eso de la clasificación C (adultos)
Ya en la entrada a las salas la chava que recoge los boletos se me queda viendo algo raro, descarto el coqueteo porque esos ojos que me echaba no eran para tratar de agradarme, recoge los boletos de la pareja que entra antes y entonces me dice: "Me podrías enseñar tu credencial de elector?", la pregunta me tomó mas que de sorpresa por dos razones, la primera es que ya desde hace varios años que no me la hacen y la segunda fue que por alguna extraña razón no traía la credencial conmigo en ese momento. La cara que he de haber hecho seguramente fue graciosísima pero lástima que no me la puedo ver. La chava seguramente era mas jóven que yo, lo que me resultó todavía mas cómico, le respondí que no traía mi credencial, entonces ella me preguntó mi edad y al saberla solo se me quedó viendo y dijo: "Ah, esta bien", ya entrando a la sala me estaba cagando de la risa, esa chica me había hecho el día, me había bajado cuando menos diez años; es verdad que soy tragaaños, pero siempre me han calculado cinco y no diez años menos, pero bueno, siempre hay una primera vez.
Me pregunto si en verdad quitarme la barba afectó la percepción que la gente tiene de mi edad...
Pelos, el reflejo de la madurez.